jueves, septiembre 14, 2006

Manos Alzadas en intercesión

Leyendo los signos de los tiempos queda patente la gran preocupación que nuestra bendita Madre del cielo siente en estos días por sus hijos peregrinos en la tierra. Repetidamente está pidiendo a sus hijos predilectos oración y penitencia. Orar por la conversión del mundo a su Hijo amado, el único que lo puede salvar (Hch 4,12). Penitencia en el contexto actual, no significa disciplinas cadenillas. Vivimos en un mundo donde “lo que me gusta” es norma de vida. Penitencia significa aceptar y ofrecer a Dios tantas cosas en la vida diaria que no me gustan.
En 1985 tuvo lugar en Loyola la primera semana de intercesión por la Iglesia y el mundo, dirigida por el Carmelita Marcelino Iragui y un equipo de personas generosas de renovación carismática. A partir de entonces y bajo la mirada amorosa de María, se han ido formando más de un centenar de pequeños grupos de intercesión por la Iglesia y el mundo, aglutinados bajo el lema “Manos Alzadas”.
Por iniciativa de esta bendita Madre fue posible la primera semana de intercesión a nivel nacional, convocada por Manos Alzadas, que tuvo lugar en su santuario de Lourdes a finales de julio de 2005. Los numerosos participantes en esa semana manifestaron el deseo de mantener contactos periódicamente, para fortalecer lazos mutuos y desarrollar el precioso carisma de intercesión universal.
Después de orar y discernir comunitariamente se decidió, en concreto:
1. Tener en verano una semana de intercesión de Manos Alzadas, a ser posible, en un santuario mariano, siempre bajo la protección de la Virgen Santísima. El presente año 2006, en Lourdes, como también el 2007 (150 aniversario de la proclamación de la Inmaculada).
2. Tener cada año dos retiros de fin de semana de Manos Alzadas: uno en noviembre en algún centro importante de España, otro en febrero-marzo en Madrid. Hasta el presente hemos tenido el primero en Zaragoza y el segundo en El Escorial. El próximo será, DM, en Valladolid del 3 (tarde) al 5 (medio día) de noviembre de 2006. Para inscripciones dirigirse a Maruja Pascual y Antonio Corcuera: Tno 976.27.14.08. El de Madrid del 16 al 18 de marzo de 2007
3. Miembros de Manos Alzadas se apoyarán unos a otros, sobre todo con la oración; y suplicarán al Señor suscite numerosos intercesores por su Iglesia y por el mundo en que vivimos. Procurarán formar células o pequeños grupos de intercesión, que se reúnan periódicamente. A fin de orar por las mismas intenciones se puede utilizar hojita enviada desde Casa de Espiritualidad de Larrea (Tno. 946730544). Cada mes ofrecerán una Eucaristía por esta intención y, a ser posible, la celebrarán juntos.
Lo importante es interceder en la vida cotidiana por todas las personas y en todos los lugares y momentos, y bendecir a todos los que nos rodean, a cuantos encontramos y a cuantos cruzan nuestra mente. Que la luz de Cristo llegue a todos y su Madre bendita acompañe a todos.
Cuando el Espíritu Santo controla la vida de un cristiano establece unidad y armonía en su interior, al mismo tiempo que ensancha su corazón de modo que en él encuentren cabida todos los hijos y los deseos de Dios. Entonces la oración de adoración, alabanza e intercesión se fusionan en su vida y toda su persona se convierte en intercesión permanente ante Dios.
Intercesión es orar por la venida del Reino de Dios. Y los asuntos del Reino, mejor que en palabras humanas, se tratan en el lenguaje de Dios, la contemplación infusa. Que María, nuestra Madre y patrona la obtenga para todos los que de veras se comprometen a este santo ministerio tan sacerdotal y tan eucarístico.
Contactos para más información:
Isabel Larraza Tf. 943653908;
Maruja Pascual Tf. 976271408
José Eugenio Isusi Tf. 958212412;
Victoria Perez Tf. 952232669

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